Cuando Jean Cahn, una abogada negra de Baltimore, se propuso crear un programa nacional de servicios jurídicos en 1964, quería erigir instituciones que apoyaran a las personas con bajos ingresos y a las comunidades de color a ejercer su propio poder contra los sistemas que crean y perpetúan la pobreza. Ella y su marido, Edgar Cahn, tuvieron la visión de que las organizaciones de servicios jurídicos se convertirían en «abogados corporativos» para particulares y grupos comunitarios.
Durante décadas, el Centro de Justicia de Asistencia Jurídica se ha esforzado por llevar a cabo la visión original de Jean Cahn, una visión que aúna la defensa tenaz de las personas con la defensa audaz de la reforma sistémica. En nuestro plan estratégico más reciente, preguntamos a nuestros clientes y socios comunitarios: «¿Qué significa adoptar las raíces radicales de los servicios jurídicos en el siglo XXI?». He aquí parte de lo que aprendimos:
Empieza con una simple verdad. Si nuestro objetivo es acabar con el statu quo y dar poder a las personas que se encuentran en la base de la estructura de poder existente, no podemos adoptar un enfoque descendente. Un enfoque de arriba abajo no hará sino reproducir las estructuras de poder que intentamos desmantelar.
Tampoco veremos un cambio real y duradero. Un cambio real y duradero no se consigue con soluciones técnicas. Viene con el cambio cultural. La cultura es lo que impulsa el derecho y la política, y el cambio cultural no puede ser prescrito por subvenciones o políticos, o incluso… siento decírselo… abogados de asistencia jurídica que actúan solos.
La defensa impulsada por la comunidad también requiere un enfoque sistémico. Como ha observado el Racial Equity Institute, «si ves 100 peces panza arriba en el agua de un lago, no te preguntas: «¿Qué le pasa al pez?». Tú preguntas: «¿Qué le pasa al lago?».
Por eso, cuando vemos que cientos de miles de personas son desahuciadas, encarceladas, deportadas, pierden su seguro médico, son suspendidas en la escuela y mucho más, los defensores del LAJC no preguntan: «¿Qué les pasa a esas personas?».
En el Centro de Justicia de Asistencia Jurídica nos preguntamos: «¿Qué falla en las estructuras jurídicas, políticas y otras estructuras de poder que producen esos resultados?». O, en otras palabras: «¿Qué le pasa al lago?».